Los llamados a combatir el pecado y que ayuden a otros a escapar de el, sirviéndole fielmente a Dios como dice la palabra son los que están cayendo en pecados, de los cuales ellos mismos no pueden salir. Esto que esta pasando es lo más parecido a una epidemia lo único que es espiritual pero igualmente mortal y me atrevo afirmar que es peor.
Todos los días escuchamos un escándalo de algún ministro o pastor que cayo de la gracia de Dios. Pero quiero hacer diferencia entre caer de la gracia y tirarse de la gracia. Pues al descubrirse los escándalos nos damos cuenta que dicha conducta pecaminosa no eran recientes sino que en algunos casos habían pasado hasta años cometiendo pecados atroces ocultamente. Una persona que insiste en pecar y más aun si es un ministro y comete pecados tras pecados sin alejarse, dicha persona no cayo de la gracia de Dios se tiro de la gracia de Dios y eso es el comportamiento que se ve en aquellos ministros caídos.
Otra cosa: cuando el escándalo sale a la luz no sale por una confesión voluntaria del pastor o ministro todo lo contrario han luchado por ocultar sus pecados por años; si sale a la luz es porque alguien descubrió el trapo sucio, entonces cuando esto pasa aparece el ministro en público diciendo; he caído y me quiero humillar para ser restaurado. La pregunta es; será esa humillación genuina? Porqué espero para humillarse que lo descubrieran? Si no lo hubiesen descubierto seguiría en su adulterio y fornicación ?
Que está pasando con nuestros ministros? Donde tienen la cabeza? En que están pensando? Yo no quiero imaginar que esto va a continuar pues la credibilidad de la iglesia está en su peor momento el mundo no cree en nosotro y eso es triste. Trabajemos para que se aplique la sana doctrina en cada iglesia y los ministros que cometan pecados que se sienten hasta que Cristo venga. Se llame quien se llame. Este tema continuara