Las 4 profesiones más difíciles en los Estados Unidos
Ser el Presidente del país, el director ejecutivo de un hospital, el presidente de una universidad y el pastor de una iglesia.
En cuanto a los pastores las estadísticas son alarmantes:
El 48% cree que su trabajo es un detrimento para su familia El 45% abandonará su llamado debido a alguna depresión generada por crisis en la iglesia El 70% dice que su autoestima es más baja que cuando comenzaron el ministerio
Los problemas son difíciles
Solamente 1 de cada 20 personas que entra a un seminario llega a jubilarse del pastorada. Esto ocurre por diferentes razones:
DespedidosQuebrantamiento moralEstado depresivoProblemas económicosPresiones familiaresCrisis en la iglesia
Los tiempos han cambiado
Sé que eran otros tiempos, pero por ejemplo, mi padre y mi abuelo se mantuvieron en el ministerio por más de 90 años entre los dos y aunque estoy seguro que ocasionalmente estas cosas ocurrían, no recuerdo haber oído nunca que los pastores se cansaban de luchar o que no soportaban el estrés para lidiar con los problemas de sus congregaciones. Me parece que el problema gira alrededor de la carencia de pastores con un llamado real, una vocación sólida y motivada por el amor a las almas perdidas. La realidad es que en aquel tiempo no había tantos pastores, pues ser un siervo de Dios en un país como Cuba, donde es mi familia, o en cualquier lugar de Latino América en esos años (1915-1955 en el caso de mi abuelo y 1938-1990 en el de mi padre) no era nada fácil.
Otros números espeluznantes:
El 80% de los pastores dicen que no tienen suficiente tiempo para sus esposas y que el ministerio ha tenido un efecto negativo en su familia.
EL 40% indicaron haber tenido un problema serio con algún miembro de la iglesia una vez al mes.
El 75 % informaron haber tenido una crisis significativa en la iglesia relacionada con el estrés por lo menos una vez durante el ministerio.
En cuanto a los pastores las estadísticas son alarmantes:
El 48% cree que su trabajo es un detrimento para su familia El 45% abandonará su llamado debido a alguna depresión generada por crisis en la iglesia El 70% dice que su autoestima es más baja que cuando comenzaron el ministerio
Los problemas son difíciles
Solamente 1 de cada 20 personas que entra a un seminario llega a jubilarse del pastorada. Esto ocurre por diferentes razones:
DespedidosQuebrantamiento moralEstado depresivoProblemas económicosPresiones familiaresCrisis en la iglesia
Los tiempos han cambiado
Sé que eran otros tiempos, pero por ejemplo, mi padre y mi abuelo se mantuvieron en el ministerio por más de 90 años entre los dos y aunque estoy seguro que ocasionalmente estas cosas ocurrían, no recuerdo haber oído nunca que los pastores se cansaban de luchar o que no soportaban el estrés para lidiar con los problemas de sus congregaciones. Me parece que el problema gira alrededor de la carencia de pastores con un llamado real, una vocación sólida y motivada por el amor a las almas perdidas. La realidad es que en aquel tiempo no había tantos pastores, pues ser un siervo de Dios en un país como Cuba, donde es mi familia, o en cualquier lugar de Latino América en esos años (1915-1955 en el caso de mi abuelo y 1938-1990 en el de mi padre) no era nada fácil.
Otros números espeluznantes:
El 80% de los pastores dicen que no tienen suficiente tiempo para sus esposas y que el ministerio ha tenido un efecto negativo en su familia.
EL 40% indicaron haber tenido un problema serio con algún miembro de la iglesia una vez al mes.
El 75 % informaron haber tenido una crisis significativa en la iglesia relacionada con el estrés por lo menos una vez durante el ministerio.
